Nuestros abuelos

Hoy retomo parte de las palabras de un post que escribí al principio de abrir este blog y que escribí a  propósito de San Joaquín y Santa Ana, patronos de los abuelos. Hoy está dedicado a todos los abuelos, los que son y los que serán. Dedicado también a todos los abuelos que han fallecido en este último año como consecuencia del coronavirus, que lo han hecho prácticamente solos, sin una despedida, sin un beso, sin un abrazo. Toda la vida acompañando y viviendo por y para sus hijos y este virus ha hecho que fallecieran en las peores e inimaginables circunstancias posibles. No se nos puede olvidar cómo han muerto porque el recuerdo y la oración es lo que podemos hacer por ellos.

La mayoría de las personas  tienen o hemos tenido abuelos y forman parte de nuestra vida y de nuestra historia. La relación con nuestros abuelos dependerá de las familias, a veces más cercana, otras más lejana; en muchos casos se convierten en los segundos padres.

Si  hacemos memoria recordamos lo que nos han dicho nuestros abuelos, las historias que nos contaban, los consejos que nos daban, los miedos que tenían, y su experiencia de vida. Incluso los citamos en muchas de nuestras conversaciones: “como diría mi abuelo o mi abuela” y no hay día que no te acuerdes de ellos (creo que según te haces mayor te acuerdas más)… Son guardianes de tradiciones, son historia de nuestra familia y de nuestra vida. Parte de lo que somos y de cómo somos los que hemos vivido cerca de ellos es gracias a ellos.

Los  abuelos más mayores -casi centenarios- no entienden el modo de vida frenético que llevamos hoy. Ellos representan el sosiego, el paso del tiempo y son un ejemplo de cómo superar etapas, de cómo vivir el día a día, sin las tonterías que tenemos ahora. Creo que eran más prácticos que nosotros ahora.

Los abuelos de antes no pensaban tanto en el futuro; en si iban de vacaciones; en si tenían o no tenían; su vida era más sencilla y no tan ambiciosa. Yo me acuerdo de mi abuela María que siempre decía: “yo lo doy por visto”. Una actitud que hoy no comprendemos, queremos ir más allá, salir….una actitud que es muy positiva que no es ni mejor ni peor. Es diferente. Se conformó con lo que tuvo y vivió.

Los abuelos son el pilar de muchas familias. Muchos de ellos en todas las crisis sostienen a los hijos y a los nietos. Han cuidado a sus hijos y ahora luchan con los nietos. Días completos para dar lo mejor a sus hijos. Los abuelos son ejemplo de sacrificio, de entrega y sabiduría. Sacrificio para que no falte de nada y para que podamos llegar a ser quienes no son o no pudieron ser.

Esta semana un compañero me dio una grabadora que era antigua, y enseguida me acordé de la primera grabadora que me regaló mi abuelo, el último modelo en aquellos años. O la primera entrevista de trabajo que hice que para que no fuera sola se vino mi abuela conmigo. Siempre encontraban el tiempo y el momento. Y tantos y tantos recuerdos que vienen a la mente…Nos hace falta encontrar esos ejemplos, llenos de valores y de humanidad, donde se prestaba atención a lo importante. Necesitamos el ejemplo de los abuelos, de los que saben lo que es vivir crisis, guerras y todo tipo de penas.

Este lunes es San Joaquín y santa Ana, patronos de los abuelos y es momento de darles gracias por todo lo que hacen por nosotros. Los que están decírselo, los que no están con nosotros acordarnos de ellos. Es momento de estar cerca de ellos.

Muchas gracias. @moniqueilles /Mónica Moreno
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